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¿Por qué decimos «parce»?

  • Foto del escritor: Juan Maldonado
    Juan Maldonado
  • 22 abr 2018
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 6 may 2018

Investigamos el origen de la palabra y cómo llegó a usarse en el contexto colombiano. Lo que encontramos los sorprenderá...




En el lenguaje coloquial se encuentran una serie de palabras “nuevas” y desconocidas que se utilizan para referirse a algo o alguien en situaciones determinadas. Por ejemplo: parcero, visto como uno de los vocablos empleados mayormente por la población colombiana. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los jóvenes desarrollan modificaciones a nivel léxico-semántico que masifican la creación de neologismos como parcero, debido a la carencia de identidad cultural en gran parte del territorio nacional.


En relación con lo anterior, algunos estudios indican que este término proviene del portugués parceiro; el cual hace alusión a compañero, amigo o socio. Como asegura Luz Stella Castañeda (2005, p. 67) «La palabra parcero es una incorporación procedente del portugués parceiro […] y fue traída por los jóvenes de los barrios populares de Medellín que iban a las selvas amazónicas […] a trabajar en las "cocinas” del narcotráfico [...]». Por otro lado, se atribuye la cotidianidad de esta palabra al territorio antioqueño, ya que dicho vocablo tiene cierto parentesco con la palabra aparceros (relacionada con terreno, negocios, contratos, etc).


Imagen 1. Un reconocido álbum de Juanes denominado P.A.R.C.E.


La violencia jugó un papel muy importante en la acepción de la palabra parce y en gran parte del vocabulario parlache. Como en muchos otros casos, los cambios lingüísticos son reflejo de las transformaciones por las que atraviesa una sociedad. Sin duda la violencia derivada del narcotráfico tuvo un gran impacto en jóvenes marginados; ofrecían nuevas oportunidades de fácil acceso y de gran remuneración monetaria.


El estilo de vida que llevan estos jóvenes está caracterizado por una falta de identidad y relación con la cultura a la que están ligados geográficamente. Las bandas del narcotráfico y del sicariato junto a «[…] la situación socioeconómica, cultural e ideológica que rodea a los jóvenes de los barrios populares, y aún a jóvenes de otros sectores, generan una cultura ambivalente y una crisis de los valores tradicionales.» (Castañeda, Henao, 2012, p. 221). Estas bandas toman ventaja de dicha situación.




Finalmente, podemos afirmar que los nuevos fenómenos lingüísticos derivados de otras lenguas y culturas diferentes a la nuestra ingresan con mayor rapidez a la cotidianidad colombiana como consecuencia de la carencia cultural y léxica de varias regiones del país. A pesar de que este fenómeno se puede presentar en personas de diferentes edades, estratos y culturas se presenta en un mayor porcentaje entre grupos de jóvenes en condiciones de vulnerabilidad y que no poseen muchas oportunidades de tener un éxito seguro. Según Castañeda (2005), las edades de quienes usan este vocablo y expresiones oscilan principalmente entre quince y veintiséis años. Estos mismos datos se replicaron en los corpus que recolectó cada integrante del grupo.


Ejemplos principales de corpus:


Dos jóvenes de aproximadamente veinte años de edad en el transmilenio de camino al Portal Norte:


-Parce, ¿vio el partido del Liverpool contra la Roma? Estuvo severo.

-Uy parce, yo pensé que les iban a meter como siete cuando ya iban cinco a cero.

-Yo creo que el que pase de los dos pierde la final, alobien.

-Yo no sé, pero ojalá ganara la Champions James con el Bayern.

-Sería una chimba, sobretodo porque sacarían al calvo pirobo ese.

-Jajaja, qué visaje parce.

-Venga, ¿este si nos lleva hasta el portal?


Un joven de veintiún años dirigiéndose a un grupo de adolescentes entre los 15 a 26 años:


-Bueno muchachos les voy a pedir que por favor permanezcan en silencio mientras nos presentamos.

Entonces empezamos por usted parcero, arranque.

-Buenas noches, me llamo Sergio, tengo veintidós años y soy pintor, pueden decirme Picazo

-(Risas)


Conversación entre dos estudiantes de noveno grado, aproximadamente de catorce años:


-¡Parce se me quedó la agenda!

-Ay este marica si es bobo, vaya que la puerta todavía está abierta.

- Uy si, ya vengo, tengame aqui.

-Hagale parce no se demore.


Conversación entre tres niñas con edades aproximadamente entre catorce y quince años:

-¿Qué van a hacer ahorita ñeras?

-Tengo que hacer la tarea de español. ¿Ustedes ya la hicieron parceritas?

-No marica, que pereza, yo como que mejor no la hago, esta re larga.

-Sea seria parce, usted la perdió el primer periodo.

-Ash verdad, que pereza, ¿vamos a hacerla?

-Si marica, toca.


Tabulación



Gráfica 1. La utilización de la palabra parce según estrato social y sexo.


Gráfica 2. La utilización de la palabra parce según rango de edad.





Referencias bibliográficas


Castañeda, L.S., Henao, J.I. (2012). Parlache: El lenguaje de los parceros. Bernal, J., Patiño, C. (Eds.), El lenguaje en Colombia (pp. 219-231). Bogotá D.C.: Instituto Caro y Cuervo.

Castañeda, L.S. (2005) Caracterización lexicológica y lexicográfica del parlache para la elaboración de un diccionario. (Tesis doctoral inédita). Universitat de Lleida, España.

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